Experiencias de un Aventurero en Guatemala

Monday, September 17, 2007

"Inmediatamente dicidió Coy llegar a tocar aquella agua tan inmensa. En su vida había visto tan sólo el arroyito que correteaba entre los pinos de su tribu y, por lo tanto, casi no podía creer que aquello fuera realmente el líquido de la vida. Por lo tanto, pues, comenzó el descenso de la montaña... Coy iba de sorpresa en sorpresa. Se inmaginaba que llegaría al instante y he aquí que ya Gij se escondía en la selva del horizonte y aun no llegaba... Luego, sentía una cosa estrañísima. La temperatura había cambiado y se sentía molesto, molestísimo. El era hijo de Jorón, el frío y, he aquí que mientras avanzaba iba sintiendo que su abundante ropaje negro lo molestaba, lo ahogaba y que las puntas de sus pelos iban botando el sudor... Casi, casi estaba tentado de volver a la montaña... !Si no fuera por la curiosidad¡ !Y qué curiosidad¡ !No¡ Coy es capaz de morir con tal de ver algo nuevo, algo insólito, algo qué poder comentar con su gente y de qué poder vanagloriarse". (Virgilio Rodriguez Macal, La mansión del pájaro Serpiente).

Photo Sharing and Video Hosting at Photobucket